Problemática de la ergonomía. Desembalaje y análisis del atril Easy Riser de la marca Kensington
Si usted trabaja muchas horas al día y necesita un equipo que permita movilidad lo más seguro es que disponga de un portátil. Si además es programador o escribe asiduamente terminará odiando el teclado y el touchpad de dicho equipo por muy buenos que estos sean, sustituyéndolos por unos periféricos de entrada decentes. De este modo escribirá más rápido y sus muñecas sufrirán menos, siendo más productivo.
Sin embargo, en más de una ocasión terminará con dolores de espalda o cuello debido a que un portátil por diseño nunca va a permitir que su pantalla quede a la altura e inclinación adecuados. Por si esto fuera poco, muchos usuarios acaban bajando más la altura de su silla, lo que mejora algo la posición del monitor acercándola a la línea visual de los ojos pero que hace que los brazos se cansen más porque están más elevados. En estos casos, la única solución ergonómica para no terminar con problemas de espalda, cuello y visión es un atril (o un stand que permita cierta altura claro, pero estos no suelen ser regulables). Además, según el Real Decreto Ley 488/1997 del INHST los atriles para los portátiles son obligatorios para aquellas personas que utilicen estos tipos de PVD intensivamente en su jornada laboral, ya que la omisión de su utilización deriva a la larga en serios problemas de salud.
Por si fuera poco, en el mercado casi todos los atriles disponibles no sirven, es decir buscan refrigerar el equipo con ventiladores y apenas permiten alzar el portátil 5 centímetros de la mesa. Obviamente estas bases no tienen la funcionalidad deseada, y mucho menos en un entorno empresarial donde varios trabajadores conviven, puesto que la mayoría de ventiladores son algo ruidosos y eso puede derivar en molestias.
Marcas como NGS y Kensington proveen atriles de uso empresarial, algunos incluso con concentradores USB para conectar los periféricos. Precisamente de Kensington es el atril del que tratamos en este análisis, puesto que es sencillo, práctico, barato y funcional: el Easy Riser.
Lo innovador de este atril es el sistema de ajuste SmartFit, el cual consiste en varias posiciones de regulación marcadas con colores. En función de una plantilla sobre la cual el usuario deposita su mano, existirá otra mano de color sobre la que encaje, el cual será utilizado para regular el atril. Obviamente este sistema es cómodo y rápido, siendo bastante preciso siempre y cuando la regulación de la silla respecto a la mesa sea la adecuada.
El atril está íntegramente construido en plástico, contando con unos recubrimientos de goma para evitar que el portátil se deslice en las posiciones más elevadas. Sus acabados son mejorables, pero de acordes a los 22,60€ que costó en el momento de adquirilo en Amazon.
En la parte inferior se encuentra un saliente pequeño dónde el frontal del portátil reposa y en el lateral, en la parte de la bisagra se encuentra la rueda que permite aflojar o apretarla para poder para regular la inclinación del atril. Tras utilizarlo durante meses no he podido apreciar que el mecanismo de regulación haya cogido holgura, lo cual es positivo.
En el frontal existe un hueco pensado para que el portátil refrigere mejor. También existen agujeros en la parte posterior que le configeren mayor ligereza. El Easy Riser es por tanto uno de los atriles más ligeros que se pueden comprar sin sacrificar robustez, y debido que al plegarse queda perfectamente plano puede utilizarse en viajes o desplazamientos de trabajo, ya que entra perfectamente en cualquier maleta, mochila o maletín. En resumen: es altamente portable.
Especificaciones
- Atril para portátiles de 12-17″.
- Inclinación de hasta 50º
- Kensington SmartFit.
- Sin disipación activa (carece de ventilador).
- No incorpora puertos USB ni ethernet (RJ45).
- Se pliega por completo: facilidad de transporte.
- Dimensiones: 273 x 35 x 295mm (alto x ancho x largo).
- Peso neto: 678gr (según nuestras mediciones).
Pros
- Sistema de regulación EasyFit desarrollado por Kensington que permite regular el atril de forma ergonómica de forma rápida.
- Facilidad de transporte: se pliega por completo y es ligero.
- Ocupa poco espacio.
- Robustez: Tras uso intensivo no se aprecia holgura alguna.
- Sirve para portátiles de diversas dimensiones.
- Buen agarre: el portátil queda asegurado.
- Disipación pasiva.
- Utilizando este atril se asegura una correcta ergonomía y el cumplimento de la Ley 488/1997.
Contras
- Acabados mejorables, sobre todo en las juntas de los plásticos y al tacto.