Los fabricantes de placas base para el gran público integran todo en las mismas: Tarjeta de sonido, tarjeta gráfica, tarjeta de red… Esto está bien, ya que te ahorras tener que comprar las tarjetas básicas aparte y todo queda integrado en la placa base, por lo que se ahorra espacio dentro de nuestras cajas.
El problema en cuestión, se presenta mediante la capacidad de ampliación, es decir; la capacidad para incorporar otras tarjetas por necesidad es prácticamente nula, a excepción de las tarjetas gráficas.
En tiempos dorados de AMD, cuando los K7 eran los reyes, las placas base traían audio y lan integrados, pero aunque sólo disponían de un puerto AGP no escalable gráficamente con múltiples tarjetas, había tropecientos PCIs disponibles para meter las tarjetas que uno deseara o necesitara.
Hoy en día, una placa buena te trae dos PCI-E (SLI o Cross-Fire) o tres en el caso del triple SLI y un único PCI, que se ocupa fácilmente con una tarjeta de red wifi y que en caso de que se termine la garantía de 2 años de la placa, el audio (por ejemplo) deja de funcionar* y tienes que cambiar tu tarjeta de red inalábrica por una de sonido, y comprar una tarjeta de red wifi externa.
Claramente las segundas intenciones de los fabricantes es que tengas que comprar otra placa base…
Lo mismo que la gente protesta y se manifiesta con quedadas para evitar que quiten el botellón, temas como pedir una vivienda asequible como ponerle freno a políticas puramente orientadas al consumo serían más adecuadas porque todo el sistema lo soportamos nosotros, los trabajadores consumidores: que no nos traten como tontos ni en la vida misma, ni en la informática.
*Todas las tarjetas de Audio integradas en placa suelen estropearse enseguida. Además, ni de lejos ofrecen una calidad como las tarjetas de audio dedicadas (internas o externas), por mucho que nos vendan la película los fabricantes 🙁